Tanques de Acero inoxidable para elaborar Vino
El acero es un material utilizado en las bodegas modernas para la construcción de cubas o depósitos de fermentación y otros aparatos de vinificación. El acero inoxidable tiene muchas ventajas ya que es un material hermético, inalterable, fácil de limpiar y de refrigerar, y muy higiénico. Su inconveniente es su elevado precio.
Los depósitos o tanques de acero se empezaron a utilizar en enología no hace muchos años, primero con paredes de planchas de acero al carbono revestido exterior y sobre todo interiormente en la zona en contacto con el vino, para evitar su corrosión y cesión a éste de notables cantidades de hierro, mediante la aplicación de un revestimiento adecuado, donde destacan la resina epoxy o el esmalte vitrificado de mayor fragilidad. Estos depósitos son fáciles de construir, transportar e incluso colocar, presentando un excelente coeficiente de transmisión de calor del orden de 5 a 10 calorías / ºC . m2 . hora en un espesor de 3 mm, que facilita la evacuación del calor en las vendimias o mostos en fermentación, y con unas elevadas condiciones de limpieza e higiene en sus paredes interiores.
El vitrificado o esmaltado se realiza en varias capas, aplicando primero una capa adhesiva de esmalte de fondo con adición de óxidos de cobalto, hierro o níquel para mejorar la adherencia a la superficie del acero, y luego dos a tres capas del esmalte de cobertura llegando en ocasiones hasta 10 a 12 mm de espesor, siendo vitrificadas a una temperatura de fusión de 960º a 1.000º C.
Las obligadas operaciones de mantenimiento del revestimiento, hicieron evolucionar hacia el empleo del acero inoxidable de mayor coste, pero de mejores prestaciones que el anterior; siendo hoy día el material por excelencia utilizado en la totalidad de la industria alimentaria.